Ligo ha detectado un agujero negro de masa intermedia
Investigadores australianos han utilizado lentes gravitacionales para detectar un agujero negro de unas 55.000 masas solares, un tipo de cuerpo cuyo desarrollo y formación aún no se han dilucidado. Según un estudio, los científicos conocen los procedimientos que conducen a la aparición de pequeños agujeros negros a partir del colapso de estrellas y de agujeros supermasivos que habitan en el centro de la galaxia. Pero aún faltan explicaciones y detalles sobre cómo se forman estos agujeros de masa intermedia.
Descubriendo LIGO
En septiembre, LIGO, el detector de ondas gravitacionales, detectó por primera vez un cuerpo con estas características, pero las pruebas de su existencia siguen siendo escasas y poco convincentes, dijo. Los astrónomos esperan recoger más observaciones del agujero de masa intermedia, para calcular cuántos pueden existir en el universo y deducir cómo se formaron.
Para ello, un equipo de investigadores estudió miles de estallidos de rayos gamma, una detonación brillante producida tras el colapso de una estrella o el impacto de dos estrellas. Entre los datos, encontraron indicios de lentes gravitacionales, una manifestación que se produce cuando la materia de gran masa obstruye la trayectoria de la luz, haciendo que ésta se desvíe de su camino, lo que permite identificar y encontrar cuerpos que de otro modo permanecerían ocultos.
Hipótesis de la creación de las galaxias
Los investigadores concluyeron que este agujero negro de masa intermedia podría ser una reliquia antigua, un agujero creado al principio del universo, antes de que aparecieran las primeras galaxias y estrellas, dijo Eric Thrane en un comunicado de su universidad.
Sospechan que los primeros agujeros negros fueron el origen de los agujeros supermasivos que habitan el centro de la galaxia. Webster señala que, aprovechando este aspirante a agujero negro, es posible estimar cuántos de estos cuerpos hay en el universo. Añade que estiman que hay unos 46.000 en las inmediaciones de la Vía Láctea.